lunes, 21 de septiembre de 2009

Un cuento para pensar.....

Diferencia entre leer y experimentar

Un joven que vivía en un pequeño poblado de Grecia no conocía el mar y deseaba aprender sobre el.

Pasó horas y horas en bibliotecas silenciosas, se sumergió en libros que describían el mar, de los cuales aprendió mucho. Así fue capaz de conocer su extensión, nombrar las criaturas que en él habitan e incluso se sabía los colores que el sol derrama sobre la superficie al poniente.

Su mente se pobló de toda clase de impresiones acerca de eso llamado océano.

Cierto día recibió una invitación para viajar a la costa. Llegó cuando el sol se ponía sobre las aguas. Los sonidos de las rompientes y la espuma salpicada magnificaban su hermosura. Corrió hasta la orilla, hundió sus manos bajo la superficie y llevó a su boca el agua salada.

Quitándose los zapatos se internó en el océano y sintió la suavidad del agua que limpiaba la arena de sus pies. Mientras el mar se arremolinaba en derredor de sus piernas y la luz solar danzaba colorida hacia sus ojos, pensó....

¡Conque ésto es el Océano!