miércoles, 17 de marzo de 2010

LLOVIENDO MIJILLAS



Los domingos por la noche, siempre vuelvo a casa un poco acorchada, pongo el coche a unos cómodos 50 por hora y rezo para que el de delante vaya para mi casa, porque a esa hora de ese día tengo la misma iniciativa que una procesionaria.

Mi coche apesta, de todos los litros por metro cuadrado que nos han caído este invierno, el, ha recogido lo que estadísticamente le correspondía a las dimensiones del techo y del capó, por lo que ahora, poner los pies sobre su moqueta, es como hacer una bonita excursión por los Everglades (chof, chof y ese tufillo a humedad que, me temo, no va a perder en la vida).

Ayer iba escuchando en la radio a unos músicos que presentaban nuevo álbum y hablaban animadamente sobre un as en el tanga, o algo parecido. Algo empezó a golpear, la luna delantera, pensando que era lluvia, puse los limpia cristales, pero no, eran mijillas de los árboles.

La zona del Paseo de los Curas está llena de castaños de indias, y en ese momento teníamos un vientecito peleón, las mijillas se dejaban caer de lo más alto, danzaban subían y bajaban, jugando con el rebufo del trafico. Era todo un espectáculo, no había lluvia que las asentara y aprovecharon para montarse un parque temático, como una banda de estorninos minúsculos y pardos, hacían virajes imposibles y volvían a remontar, para volver a caer en un picado vertiginoso.

Algunos grupillos, aprovechaban el paso de un coche, como los niños aprovechan las olas en verano, para hacer una plancha y dejarse llevar por la espuma. Otras corrían, pegaditas al filo del bordillo, esperando el momento, en que algún vehículo lo bastante rápido las volviera a despegar del suelo. Estoy segura, que si llego a abrir la ventana, hubiese escuchado, amortiguado, un coro de minúsculos grititos de montaña rusa.

Había otras muchas, ya en la acera, que estaban más quietecitas, y pensé que seguramente estarían mirando hacia arriba, estudiando las opciones, para volver a subir a las copas más altas y reiniciar el viaje.

Melusina
Gracias preciosa, no dejes de escribir, ni dejes que te cambien,,,,,