martes, 19 de enero de 2010

Cruel realidad...

Era una noche fría y oscura, sin luna,  demasiado oscura. Solo se escuchaba el sonido de las gotas de lluvia en el asfalto y sus pasos... Sus pasos que resonaban devolviendo su eco entre el repique de las gotas.
Otra noche más en soledad, acompañado tan solo de sus pensamientos, esos que no le dejaban últimamente, que le abstraían de cualquier cosa que le rodeaba, hasta hacerle parecer un autista.

Después de darle mil vueltas a la almohada y sentir la necesidad de tomar aire, se puso una cazadora y salió a la calle. La lluvia cayéndole en su cara le hacia sentir que aún estaba vivo, aunque hacia mucho tiempo que solo sentía que subsistía, que nada ni nadie lograba sacarle del estado catatónico en que se encontraba.

Al volver una esquina encontró una calle desconocida para el, desconcertado miró a su alrededor y se sorprendió de lo que veía, ya que en la ciudad en la que se encontraba, llena de edificios de hormigón y cristales, nunca se había tropezado con una calle así.
Eran casas de dos plantas, pegadas unas a otras, con jardines delanteros, le recordaba a esas calles donde él creció. Algo se alteró dentro de él, removió sus cimientos, ya de por si en peligroso equilibrio desde aquel día que todas sus esperanzas acabaron en aquel recodo de su camino.......

También era una noche fría y oscura, pero la luz, la felicidad y las personas que mas quería, estaban con el, en el coche. Pararon en una gasolinera a llenar el tanque y a tomar algo caliente ya que su hijo no se quedaba dormido. Al volver al coche, ella le dijo que descansara, que ella conduciría hasta llegar a casa, total, quedaban pocos Km., la carretera estaba tranquila, y ella conducía mejor que él de noche sin ningún lugar a dudas
El peque se durmió enseguida, él conectó la calefacción le puso la música que le gustaba a ella, y reclinó su asiento para estar mas cómodo cerrando los ojos…. Algo le despertó, solo consigue recordar unas luces que venían de frente, pero en su carril, y….. silencio, solo silencio, el gritaba, los llamaba, pero no escuchaba nada, solo silencio….. cuando volvió a abrir los ojos, se encontraba en un hospital rodeado de cables, de maquinas, y alguien le dijo que descansara, que todo iba bien….
Fueron días en que no sabia si estaba dormido o despierto, veía sombras, gente que le hablaba pero no lograba concentrarse, hasta que un mañana pudo abrir los ojos y entender lo que le decían
Enseguida preguntó por ellos, y fue cuando se enteró, cuando su vida dio ese giro hacia la nada… un camión perdió la dirección y los arrolló dejándole como estaba, sólo, sobreviviendo en estado catatónico…

¿Por qué aquella calle le había vuelto a recordar algo a lo que no quería enfrentarse?
Hacía tanto tiempo que su mente no se coordinaba con sus ojos o con sus oídos, que llegó a sentirse extraño en su cuerpo. Aunque siempre habían estado ahí, no trabajaban unidos, por eso sentía tan agudizado todo su contorno. Intentaba ver tras los cristales, escuchaba atento cualquier ruido que distinguía y lo que era más extraño, los procesaba en su cabeza.
Recorrió toda la calle despacio, llego al final donde había una pequeña plaza ajardinada con juegos para niños y bancos, se sentó en uno de ellos e intento calmarse, el corazón le golpeaba dentro de su pecho, parecía querer salir de él y no encontraba la razón para aquel despertar…
Continuara……