martes, 6 de noviembre de 2012

Hastío....

Hastío -pajarraco
de mis horas-. ¡Hastío!
Te ofrendo mi futuro.

A trueque de los ocios
turbios que me regalas,
mi porvenir es tuyo.

No aguzaré las ramas
de mi intelecto, grave.
No forzaré mis músculos.

¡Como un dios, a la sombra
de mis actos -en germen,
sin realidad-, desnudo!



¡Como un dios-indolencia                                                                  
comprensiva-, en la cumbre
rosada de mi orgullo!

¡Como un dios, solo y triste!
¡Como un dios, triste y solo!
¡Como un dios, solo y único!

 
       Juan José Domenchina