Así que después de unos días en este pequeño pueblo amurallado de Castilla, vengo dispuesta a daros la vara un poquito más, si es que os dejáis.
Dicen que todos los cambios, producen cambios, aunque una no los quiera, y es así, te cambian, para bien o para mal, no lo se aún. Pero lo que sí tengo claro es que cambiada... Os dejo unas fotos de esa piedra de Salamanca que tanto me gusta.