jueves, 1 de abril de 2010

Jardín con miedo


Yo estoy con los pobladores del entresueño,
no soy igual a ellos pero los puedo oler
cuando cruzan la noche.

Yo estoy con los pobladores del entrepiso
que queda justo a mitad de camino
entre la cabeza y la lluvia, entre la cabeza y la intemperie.
Justo en mitad de la niebla somos sólidos ojos cerrados,
visiones del que hace sonar las campanillas
cuando cruza la cerca de regreso a su casa
después de mucho rezar para volver.

Tenemos las rodillas tan largas,
caminamos oscuros
bajo la noche sola.
Yo estoy con la verdad de los muertos
si la loza de todos los patios se rompe
y los peones del asesinato se esconden
 tras los armarios del cementerio.

Yo estoy con la verdad de los muertos,
de pie en la cabeza de los vivos.
Un poema es un nudo en la muñeca,
un poema es un encargo de fruta del más allá,
un poema es un cardo que en cada espina tiene escrito recuerda,
recuerda, recuerda.

Yo estoy con los pobladores del entresueño,
no soy igual a ellos pero los puedo oler
camino de ninguna parte.

Ellos vendrán, sus ojos serán ardientes
y tú hablarás, corazón de madera.

Javier Bello

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