Me dijeron
que las palabras servían
para pintar cuadros
y hasta para cambiar el mundo.
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Pero las palabras de colores
o en negro
sobre blanco,
no cambian el mundo.
Y dice más de la soledad
y la tristeza,
el aullido de un lobo
en la noche.
Y dice más de la alegría
el canto de los pájaros,
tras la lluvia.
Y la frase más solemne
del mejor orador
es menos seria
que el rugido del león
en la selva,
o en lo que quede
de ella.
Por eso,
envío cartas a los perros
y como quien ladra
escribo poemas
a la luna
que está sola.
Y vacía.
Si es que sois como niños los bilbaínos. Os damos un trenecito que vaya por los abajos y lo pasáis chachi piruli montandoos en él. Ahora viene un indio con algo que chorrea pringues y os sacáis fotos con el del turbante. Si cualquier día direis que la ría es el marco incomparable. :))
ResponderEliminarNo te enfades eh!!..sabes que en el fondo te quiero..prrrrrr!!
Oye, lo que si me encanta es lo que yo le llamo el Huevon plateaó, en serio, ese me encanta. Lo tengo en vídeo.
Besitosss!!!